EL AYUNO AGRADABLE A DIOS

Romanos 12.1

1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 

Preguntas:

¿Qué es ayuno?

¿Para que nos sirve el ayuno?

¿Que Aprendimos del mensaje del domingo? 

Introducción: Aunque en la Escritura casi siempre el ayuno es la abstención de alimentos, existen otras maneras de ayunar. Cualquier cosa que puedas ceder temporalmente con el fin de concentrarte más en Dios, puede ser considerado como un ayuno. Al apartar nuestros ojos de las cosas de este mundo, podremos enfocarnos más en Cristo. El ayuno no es una forma de lograr que Dios haga lo que deseamos, el ayuno nos cambia a nosotros, no a Dios. Hoy estudiaremos como hacer ayunos que sean agradables al Señor, veamos Isaías 58. 

1.     EL AYUNO NO DEBE SER EGOCENTRICO (Isaías 58.1-3) 

·       Muchas personas hoy en día tratan de hacer sacrificios pensando que a través de estos lograrán acercarse mas a Dios pero estos versos que hemos leído nos hablan de un pueblo que pensaba que por su ayuno tenía derecho a que Dios actuara a favor de ellos. (v.1-2) 

·       Este pueblo ayunaba buscando únicamente el beneficio para si mismos, para ellos era mas importante hacer sacrificios que obedecer a la palabra de Dios, así hay mucha gente hoy en día que no obedece a Dios y quiere arreglar toda una semana de desobediencia con un ayuno, una misa o un servicio de domingo. 

·       Cuando tenemos una actitud de estas podemos caer inclusive en el reclamo a Dios por no responder a nuestras demandas. Debemos comprender que a Dios se le agrada mas viviendo una vida justa que haciendo sacrificios. 

2.     EL AYUNO NO ES PARA CONTENDER O HACERNOS DAÑO (Isaías 58.4-5) 

·       Dios reprendió al pueblo porque estaban haciendo ayunos en medio de pleitos y contiendas y así mismo les dio un consejo diciéndoles sigan ayunando pero hagan cambios en sus vidas. (V. 4) 

·       Todavía en el mundo existen religiones y sectas que utilizan el autocastigo para limpiar sus conciencias de lo mal que han vivido pero esto es un error porque la Biblia nos enseña que no es por obras para que nadie se gloríe, así que de nada sirve el autocastigo. 

·       El afligir nuestro cuerpo puede dar una apariencia de santidad pero la verdad de lo que somos esta dentro de nosotros y Dios puede ver nuestro interior por eso a el no lo podemos engañar. (1º. Samuel 16.7) 

3.     NOS SIRVE PARA ROMPER CON HABITOS DE PECADO (Isaías 54.6) 

·       Una de las cosas que debemos romper y estar concientes cuando ayunamos es que debemos mantener una vida de perdón , no puede un ayuno ser agradable si mantenemos atadas a personas con algún rencor. 

·       El ayuno debe orientarnos a romper con ataduras que existan en nuestra vida pero también a preocuparnos por aquellos que se encuentran atados a tantas cosas que los destruyen es otras palabras debemos ayudar espiritualmente a los demás compartiendo la palabra del Señor.

4.     NOS HACE SENCIBLES A LA NECESIDAD DE OTROS (Isaías 58.7) 

·       Cada vez que hablamos de ayuno inmediatamente pensamos en dejar de comer, sin embargo en este pasaje Dios pone como parte del ayuno compartir la comida con aquellos que están hambrientos, tanto los que tienen hambre física como espiritual. (Proverbios 19.17) 

·       Dios promete darnos bendiciones cuando nos preocupamos por los pobres, si dejamos la comodidad para anunciar a Jesucristo y dejamos de preocuparnos solamente por lo que nuestras necesidades Dios suplirá cada una de ellas (salmo 41.1) 

·       La Biblia dice: Mas busquen primeramente el reino de Dios y su Justicia y todas las cosas les serán añadidas, debemos ayunar porque es beneficioso pero sin dejar de procurar vivir una vida justa delante del Señor.  

Conclusión: aprendimos a través de esta enseñanza cual es el ayuno agradable a Dios y parte de ayunar en muchas oportunidades es dejar algo que nosotros disfrutamos hacer. Jesús hizo esto cuando dejó su trono de gloria y vino a este mundo a morir para romper con nuestras ataduras, a romper con las maldiciones que estaban sobre nosotros. Todo lo que Jesús nos pide es que le aceptemos como Señor y Salvador .